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Paisaje nocturno, 2015, madera, carboncillo |
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El paisaje de la zona frisia de Wouden se compone de una sucesión ininterrumpida de espacios íntimos. Pequeños campos rodeados de hileras de árboles. Un paseo por allí es como caminar de habitación en habitación. Desde tiempos inmemoriales, en esos espacios acontecen historias misteriosas. Trabajando con carboncillo por encima del paisaje pintado, conseguí una mayor vinculación con la obra y logré plasmar en Paisaje nocturno la caída de la noche. El momento en que empieza el misterio.
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